En medio de las amenazas de EE.UU. de imponer sanciones y del rechazo de la OTAN, las autoridades de Turquía confirmaron el inicio de la recepción de un sistema ruso de defensa de misiles S-400.

Turquía empezó a recibir las entregas de los lotes de un sistema ruso de defensa S-400, así lo confirmó el Ministerio de Defensa de ese país en medio de las tensiones por la amenaza de Estados Unidos de imponer nuevas sanciones y el rechazo por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Pese a que las autoridades turcas insisten en que dichos elementos han sido adquiridos con el objetivo de cubrir las necesidades de la nación en materia de defensa aérea, la controversia se agudiza por la declaratoria de la OTAN que califica de inadecuado el uso de los misiles.

Pero ni las advertencias del gobierno del mandatario estadounidense, Donald Trump, ni de la OTAN han sido suficientes para detener el vuelo de los aviones que continúan desplazándose con la entrega hacia la Base Aérea de Mürted, en Ankara.

Se estima que, hasta el momento, han sido tres las aeronaves desplegadas a la citada plataforma en el marco de una operación de suministros de defensa confirmada por el Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar.

Aunque todavía ni rusos ni turcos han anunciado cuándo terminarán las labores de envío e instalación, el contrato de suministro entre ambas naciones está vigente desde abril de 2017 mediante un proceso de compra abiertamente cuestionado por la Administración de Trump.

Justamente una de las amenazas más contundentes hechas por Estados Unidos en represalia por la compra de los S-400, autorizada por Ankara, es la de suspender la participación turca en el programa de desarrollo de cazas F-35.

La preocupación de Washington de cara a la entrega de los S-400 se debe al temor de que Turquía los utilice cerca a los F-35 y genere con esto vacíos de seguridad en el esquema de la OTAN, además de transferencias de información.

Según EE.UU., los cuestionados misiles rusos no son incompatibles precisamente con el sistema de defensa de la Alianza Atlántica, de la que Turquía hace parte, lo que reaviva la polémica sobre si su compra excede los límites más allá de los derechos reclamados por el Gobierno turco.

 

Por Eél María Angulo

Fuente: france24.com