«Terminar con el asesinato a cámara lenta».

Con estas palabras que la familia de Julian Assange ha expresado su preocupación al gobierno australiano, donde más de dos decenas de diputados, senadores y representantes han sido informados de la situación legal en curso del fundador de WikiLeaks. Su hermano, Gabriel Shipton, y su padre, John Shipton, instaron al parlamento a intervenir, haciendo que el tema «no sea negociable con Estados Unidos» y recordándoles que si no intervienen, Assange será sentenciado a muerte. Sin embargo, los miembros de la familia no pudieron reunirse con Albanese, el primer ministro australiano, ni con la ministra de Relaciones Exteriores, Penny Wong, ni siquiera con el fiscal general, Mark Dreyfus, a pesar de las solicitudes. Una muestra de cómo el gobierno australiano no tiene intención de hacer nada por la libertad de su ciudadano.

Era mayo cuando, tras las elecciones, Albanese había afirmado que el Gobierno australiano tenía la intención de seguir diplomáticamente la «cuestión de Assange», pero desde entonces el caso no ha avanzado y Gabriel Shipton se ha mostrado muy preocupado por ello: «Han pasado meses desde que dijo estas cosas y dijo que ya es suficiente, pero ¿cuándo es suficiente? Julian sigue en prisión. Lleva tres años allí y no es un criminal convicto”. El hermano del fundador de WikiLeaks luego continuó: «Estados Unidos, en este momento, necesita recursos australianos. Si el caso no fuera negociable, Julian estaría aquí mañana».

Julian Assange, actualmente detenido en el Reino Unido, se enfrenta a la extradición a los Estados Unidos tras la autorización del gobierno británico. Si fuera extraditado, enfrentaría fuertes cargos por parte del gobierno de EE. UU., incluido el de espionaje por difundir documentos militares confidenciales, y la pena que corre es incluso de 175 años de prisión en una prisión de máxima seguridad. La extradición, sin embargo, aún no puede darse por hecha, dado que el mes pasado la última apelación en su contra fue presentada en el Tribunal Superior de Londres por los abogados de Assange. En caso de que se acepte la solicitud, que se refiere a cuestiones de procedimiento, Assange podría explotarla en varios niveles de los tribunales británicos, hasta la Corte Suprema. También podría decidir acudir directamente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, pero en ese caso la orden de extradición sería ejecutiva.

Por Iris Paganessi

Fuente: lindipendente.online