Las autoridades de Ecuador están contemplando una respuesta ante una reciente sanción al comercio de tiburones, lo que posiblemente es el primer paso en una ardua batalla para descarrilar el tráfico de aletas de tiburón en el país.

El Ministerio de Producción de Ecuador (MPCEIP) ha sostenido reuniones en los últimos días con autoridades pesqueras y otros organismos gubernamentales para formular una respuesta ante una notificación dictada en marzo, por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), un acuerdo internacional que regula el comercio de vida silvestre. 

En esta, la CITES recomienda a los países signatarios “suspender las transacciones con fines comerciales de especímenes de tiburones y rayas incluidos en el Apéndice II de la CITES antes de la COP19 desde el Ecuador o cuyo país de origen sea el Ecuador”.

La sanción ocurrió luego de que, en noviembre de 2023, la CITES pidiera a Ecuador implementar algunas medidas para manejar un comercio de tiburones más sostenible, que incluían determinar la capacidad de pesca exacta de especímenes y establecer cuotas de captura y comercio. La CITES también pidió a Ecuador establecer límites a la captura incidental de tiburones, que ocurre cuando, en medio de actividades de pesca de otras especies, se atrapan tiburones de forma accidental. En este caso, su comercialización es permitida, según la legislación ecuatoriana.

El país tenía un plazo de 120 días para implementar estas disposiciones solicitadas en noviembre. Sin embargo, la CITES nunca recibió información relacionada con la pesca incidental de parte de Ecuador, y, en general, la documentación enviada por el país en ese lapso de tiempo fue insuficiente. Por esta razón, la CITES procedió con la sanción, que solo será levantada hasta que el país cumpla con las exigencias de esta autoridad.

Análisis de InSight Crime

La notificación de la CITES pondrá a prueba si las sanciones internacionales pueden presionar a Ecuador para que tome medidas reales para frenar el comercio descontrolado de aletas de tiburón. Hasta ahora, no parece prometedor.

Aunque en Ecuador está prohibida la pesca dirigida de tiburones, cientos de miles de especímenes son atrapados cada año y reportados como captura “incidental”. 

“Lo que ha venido pasando con Ecuador es que todo es declarado como pesca incidental”, dijo a InSight Crime la bióloga Alicia Kuroiwa. 

De esta forma, miles de tiburones que son capturados de forma ilegal, se registran como pesca incidental y con esto, sus aletas y partes son “lavadas” y comercializadas. 

“La normativa ecuatoriana tampoco tiene un límite para la pesca incidental”, agregó Kuroiwa. 

Como no existe un límite o un porcentaje máximo para la comercialización de pesca incidental, Ecuador se ha convertido en los últimos años en uno de los principales exportadores de aletas de tiburón en el mundo. 

El país registró 321 toneladas métricas de exportaciones en 2021, casi el cuádruple de las 90 toneladas exportadas el año anterior. Las ganancias derivadas por las aletas de tiburón también se multiplicaron, pasando de US$647.000 en 2013 a US$9,7 millones en 2021, como lo reportó InSight Crime en una investigación de 2022. 

Gran parte de las exportaciones de Ecuador se dirigen a Perú, desde donde las aletas y demás partes de tiburón son enviadas al continente asiático. 

Ahí es donde comenzaron los problemas. Según cifras reportadas por Ecuador a la CITES, 210 toneladas de aletas fueron enviadas al país vecino en 2021. Sin embargo, Perú reportó que ese mismo año ingresaron 244 toneladas desde Ecuador. La discrepancia planteó preguntas y condujo a la investigación que llevó a las sanciones.

Una parte de las aletas de tiburón ingresa a Perú por pasos no controlados como mercancía de contrabando, otras son camufladas entre aletas de especies cuyo comercio es autorizado, o son etiquetadas como pescado congelado al salir del país.

La otra parte alarmante del comercio fue la cantidad: 300 toneladas de aletas procedentes de la pesca incidental representaban un número masivo de tiburones.

Expertas en el tráfico de tiburones consultadas por InSight Crime han calificado la sanción como un primer paso para presionar a Ecuador a establecer mayores controles sobre el comercio de aletas de tiburón y otras especies.

“Definitivamente, ahora no le queda otra opción a Ecuador que enmendar los vacíos y los errores cometidos, tanto en la parte de manejo de control y de fiscalización, como en la legislación alrededor de los tiburones”, dijo Cristina Cely, directora de la organización ambiental One Health Ecuador. 

Además de las enmiendas en la normatividad, las fuerzas de seguridad, y las autoridades pesqueras, y de aduanas deben realizar un control efectivo en las fronteras, y en los pasos ilegales para evitar que se sigan traficando productos de las especies de tiburón incluidas en la notificación de CITES, explicó Cely.

“Espero que Ecuador se siga manteniendo bajo la lupa de CITES y otras organizaciones. Porque claramente no estamos haciendo las cosas bien con nuestras especies protegidas y aquellas que están en estado crítico”, agregó Cely.

Por María Fernanda Ramírez

Fuente: insightcrime.org